¿Cuáles son los errores médicos más habituales?
Los errores médicos más comunes
Es difícil realizar un listado con los errores médicos más comunes ya que cada enfermedad se desarrolla de una manera distinta y por tanto la actuación médica debe ser diferente, y los resultados de una negligencia dependen tanto de la enfermedad como de la evolución personal del paciente.
No obstante, los errores pueden diferenciarse por
Errores por omisión: consistentes en aquellos en los que no se realiza una actuación a la que el médico está obligado. Se trata del 80% de los casos, y normalmente tienen que ver con errores diagnósticos. Pese a la existencia de síntomas no se actúa como obliga el protocolo, permitiendo que la enfermedad o el riesgo siga su curso.
Errores por acción: Son aquellos en los que el médico realiza un acto que directamente causa un daño, los errores de organización hospitalaria pueden englobarse aquí.
A modo de ejemplo y teniendo en cuenta que todos los casos deben ser revisados de manera individual por un médico y un abogado especialista, te dejamos los casos que más tratamos:
Errores médicos ante un Ictus: Si el paciente presenta los síntomas que pueden dar lugar a sospechar que estemos ante la presencia de un ictus (pérdida de fuerza en brazo, desviación de la comisura bucal…) es imprescindible remitir al paciente ante un neurólogo. Si no se hace estamos ante un error médico.
Errores médicos ante una Sepsis: si el paciente presenta los síntomas propios de la sepsis, como son la presencia de dos o más de los siguientes síntomas: Fiebre superior a 38, 5º Frecuencia Cardiaca superior a 90 latidos, frecuencia respiratoria superior a 20 respiraciones por minuto y recuento de leucocitos superior a 12.000, debe sospecharse la presencia de infección y deben realizarse pruebas para confirmarla, si no se hacen estamos ante un error médico.
Errores médicos en un parto: la presencia de alteraciones del ascenso transitorio, retorno lento de la frecuencia cardiaca fetal, desaceleración bifásica u otros que permitan sospechar la presencia de un riesgo de acidosis del feto obligan a la presencia de un obstetra para que analice la situación y tome decisiones, no hacerlo implica un error médico.
Falta de atención a los riesgos del tratamiento: muchos de los errores médicos con los que nos encontramos son producidos por riesgos conocidos de un tratamiento. De hecho, en muchas ocasiones los daños que se producen al paciente han sido previamente recogidos en el consentimiento informado, pero no se ha puesto ninguna medida para evitarlo. No prestar atención a los síntomas que indican que el riesgo se ha producido suele producir muchos daños pese a que es algo que se conocía. Un ejemplo son las perforaciones cuando se realizan pruebas diagnósticas con catéteres.
Error de medicación: la descoordinación en la gestión de las historias clínicas, o la falta de lectura de estas lleva en ocasiones a aplicar medicación incompatible con la patología del paciente o con sus alergias. Esta situación puede poner en compromiso la integridad del paciente.